2007/09/23

La teoría de los cuerpos

Experimento nº1: La Doble Identidad
Adentrarse a pie en el desierto lunar. Caminar en línea recta hacia el horizonte septentrional aunque parezca el mismo que el meridional.
Recorrer millas, kilómetros o pies. A cada milla, kilómetro o pie el horizonte se aleja una milla, un kilómetro o un pie más. De manera que la distancia entre el cuerpo y el horizonte siempre es la misma. Sino dejaría de haber horizonte. En ese caso empezaría la preocupación. Porque sino ¿a dónde dirigirse?
Caminando por la inmensidad es como si se estuviera siempre parado, reencontrando, después de cien millas o cien kilómetros o cien pies la misma duna con los mismos pliegues.
El viento empuja desde atrás hacia el gigantesco espacio de adelante. Dos días después, el viento empuja desde adelante hacia el inmenso espacio ciego de atrás. En medio, el cuerpo de debate con el vacío bajo los pies.

[Reapropiación libre de una lectura de Teorema, Pasolini]

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